Alicia Bañuelas es: una joven mujer empresaria reconocida en Oaxaca no solo por su labor como emprendedora, sino como altruista, tema que no le gusta mucho tocar. Proveniente de una familia reconocida que por generaciones se ha dedicado a la impresión, negocio que de igual manera ella ha continuado de forma independiente, lo que indica, es su pasión. Cuando platicamos con ella de inmediato sonríe, es como parte de su natural personalidad, ser optimista y alegre.
Es una mujer integra, que tiene claros sus valores y convicciones; quien disfruta caminar, porque así descubre rincones insospechados en la ciudad, platicar con la gente que la rodea, a quien le gusta poner atención a los pequeños detalles, ver películas y leer, en especial a José Saramago no sólo por el mensaje profundo de sus obras sino por su amor a la escritura. Comenta que el mensaje de su libro “Ensayo sobre la ceguera” es atemporal, “porque así de profundo puede ser el egoísmo en la sociedad”.
Al abordar el empoderamiento de la mujer en la actualidad, Alicia manifiesta que “debemos visibilizar las circunstancias que enfrentamos las mujeres, es fundamental y eso se logra teniendo voz, es decir, contando con espacios desde los cuales podamos como líderes apoyar e impulsar a más mujeres. “No creo que deba verse como una competencia entre géneros, por el contrario, pienso que una sociedad en armonía debe de ser respetuosa, tolerante e inclusiva y eso implica colocar a la mujer en un escenario equitativo”.
Le gusta enfocarse en el aquí y el ahora, y su meta a corto plazo es cambiarle para bien la vida a una persona y a largo plazo a todas las que se pueda, ya que dice, “solo así se deja huella”.
En su empresa toma en cuenta a todos los integrantes de su equipo, siendo la camaradería parte importante para una mejor calidad y ambiente laboral; su aportación además de su trabajo, es ofrecer empleo en condiciones dignas siendo primordial algo que su padre, Francisco Bañuelas le ha transmitido: la cultura y el respeto por el trabajo y brindar siempre lo mejor de cada uno.
Finalmente señala que fortalecer el comercio local es básico, ya que como consecuencia, se fortalece a la comunidad.
Acerca del empoderamiento de las mujeres menciona: “considero que las mujeres para empoderarnos necesitamos el conocimiento, que es poder; cuando las mujeres sabemos lo que valemos, somos capaces de todo; a las mujeres se nos ha hecho pensar que somos menos fuertes, menos inteligentes, incapaces o menos poderosas en comparación con los hombres, cuando no es así. La mentalidad y cultura machistas por años nos han desfavorecido, han traído como consecuencia el lento desarrollo de las mujeres en los distintos ámbitos de la sociedad”.
“Existe una deuda histórica hacia nosotras las mujeres, aún vivimos en el rezago, falta de oportunidades, la igualdad sustantiva sigue siendo una utopía, algo que no está a nuestro alcance.
Por eso, una mujer empoderada podrá desarrollarse plenamente en la sociedad, trabajar con igualdad de sueldos, ocupar cargos de toma de decisiones, dirigir empresas, vivir sin discriminación, acceder a servicios de salud, vivir libres de cualquier tipo de violencia y promover la educación y desarrollo profesional; “sobre esto, me llama la atención lo que ha señalado Naciones Unidas, en el sentido de que 3 de cada 20 mujeres estudian una Ingeniería, cuando en el caso de los hombres 10 de cada 20 deciden estudiar una ingeniería. En México el panorama no es distinto, según datos del Instituto de la Mujer, únicamente un 25,64% del alumnado universitario que estudia ingeniería y arquitectura son mujeres. Por eso, cuando las mujeres logren reforzar sus capacidades se logrará un impacto en la lucha por la igualdad, el reconocimiento y ejercicio de nuestros derechos, así como en el camino para vivir una vida libre de violencia”.
Su frase favorita.
“Me tomó mucho tiempo desarrollar una voz y ahora que la tengo no voy a estar en silencio”. Madeleine Albrigh.
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